El atelier “En forma de arcilla” es un espacio creado como soporte a la exploración del barro, un material que habla de la historia de la humanidad, en la que las manos -formidable herramienta primaria de trabajo- lo encuentran, lo exploran y lo conocen, extrayendo de él sensaciones, formas, percepciones e imaginarios. Se propone la arcilla en sus “fases vitales”, de húmeda a seca. Se tritura, se pulveriza, entra en contacto con el agua, revive y recupera su capacidad plástica.
Las manos escuchan, observan, manipulan, penetran en la arcilla, desmenuzándola con gestos minuciosos, que se hunden en la materia con fuerza y placer. Activando todas sus habilidades, la trabajan con el puño, la palma o la yema de los dedos, experimentando con la verticalidad y el equilibrio de los volúmenes. Los más pequeños, pero también los jóvenes y los adultos descubren la fuerza del contacto con la tierra, de la que obtienen formas distintas, alfabetos plásticos, estratificaciones, estructuras colmas de llenos y de vacíos, hasta alcanzar formas complejas o composiciones de distintos colores.
Se propone la arcilla en relación con distintos soportes de trabajo: tablillas de madera de formas y tamaños variados, superficies espejadas, metálicas, plásticas. Bases con superficies diferentes que facilitan divagaciones interesantes y pueden convertirse en matrices para nuevas e interesantes texturas. Las mesas de trabajo permiten utilizar herramientas tradicionales, como palillos y vaciadores, y herramientas inusuales, como cortadores de pasta, pasapurés o mangas pasteleras. Pero también linternas, lentes y microscopios, conectados al ordenador, que permiten entrar de otra forma en la estructura más íntima y sorprendente de la materia.